Amistad

Amanecer


El sol entraba por una ventana lateral de la habitación atravez de la cortina iluminando de un color anaranjado, su brazo estaba sobre mi pecho no me moví, apegue mi pierna a las suyas la mire su cara no la vi estaba mirando para el otro lado su pelo estaba desordenado, quería saber la hora trate de adivinar pero como suele suceder despertar en un lugar desconocido resulta difícil, alcance mi reloj y vi allí eran casi las 9, que hora es? Pregunto con una voz de sueño temprano van a ser las 9 me gire para su lado ella quitó su brazo e hicimos una cucharita perfecta una de mis manos se aferró a uno de sus pechos y me volví a dormir, volví a despertar casi a las doce del día ella estaba en la ducha, me quede allí recostado las cortinas estaban abiertas y todo era luz, la verdad me sentía como si hubiera corrido una maratón, de pronto ella salió del baño envuelta en la toalla, me saludo cordialmente con un besito en los labios y se sentó allí a mi lado secándose el pelo con una hermosa sonrisa ¡ya a la ducha! Me ordeno, sonreí y desnudo parti a la ducha muy corta por lo demás salí del baño con la toalla en mi cintura cubriéndome me senté detrás de ella en la cama y bese sus hombros mientras ella maquillaba su rostro, me calienta de sobre manera una mujer luego de la ducha me da la tranquilidad que puedo pasar mi lengua por todo su cuerpo sin ningún problema.


Desprendí la traba de su toalla y está cayo me puse de pie e hice que su cuerpo se recostara sobre la cama, ella ágilmente hizo lo mismo con mi toalla y completamente desnudo bese su boca luego sus tetas y finalmente su sexo, las cortinas abiertas hacían que la habitación estuviera llena de luz, separe sus piernas y luego de un par de lamidas muy húmedas vi brillar su clítoris el detalle de sus labios, los pliegues de su ano, la entrada de su vagina cada detalle de su sexo, me gusta aquello observar, ver detalles, sentir, ver como se contrae ante una caricia, como se humedece, seré curioso pero me encanta, mi lengua la recorrió toda, no deje pliegue por mojar, saborear, comer, como se mojaba era increíble, mis manos acariciaban sus muslos, subían y acariciaban esos pequeños pero duros pezones.

Sin duda el sexo después de una ducha es especial, sin ser escrupuloso sin duda el lavado previo abre las puertas para que la lengua recorra cada rincón de su cuerpo así que como pocas veces no dudé en lamer su ano, la primera vez apenas rosándolo, luego con algo más de presión y mojándolo con mi saliva a la vez, mi nivel en esta técnica no es la de los actores pornos que llegan a meter la lengua allí igual mi conciencia me frena, cuando estaba bien mojado deje a mis dedos jugando allí y me concentre en su clítoris pero mis ganas por metercela entera eran enormes, sentía como mi sexo latía de deseo, pero quería algo más así que me acomode sobre ella de un salto quede sentado casi en su pecho  y le ofrecí mi sexo me devoro su boca era un volcán de saliva caliente me mojó todo por momento le ofrecía mi bolas y lo mismo me las chupaba con mucha delicadeza, así todo mojado lubricado para ella me senté en la cama apoyándome en el respaldo ella se acomodó sobre mi y la penetración fue caliente y muy fácil no voy a mentir las ganas de acabar llegaron tan rápido bastaron un par de sentones de ella y ya quería explotar pasaron un par de minutos más y ya no aguanté más un aviso entrecortado de mi fin y ella me dio con fuerza y toda mi leche quedo en ella, sentir mi sexo todo mojado incluyendo bolas y más abajo se siente rico y más con la satisfacción de haber realizado un buen trabajo, me beso apasionadamente en poco tiempo ya nos vestimos y salimos de allí a almorzar ya era pasado el medio día nos quedaba todo ese día y la siguiente noche.

Para no abusar ese día nos fuimos a recorrer la ciudad a caminar, hablar mucho, arreglar nuestros mundos fue un gran día y se acercaba la noche...una gran noche.

Continuará....

Comentarios

  1. Por qué no exprimir todo el jugo de la amistad. Buen relato.

    ResponderEliminar
  2. Debajo de esa bata de seda, solo tenía un conjunto de dos piezas con medias negras de encaje y sujetadores, un cuerpo fino y su perfume lo inunda todo, hasta mis neuronas calcinadas por el deseo. entra en mi ser inundándome su esencia con cada movimiento, se sienta en mis piernas y me quita el cigarro.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Deja con cariño y ganas tu opinión